Muchos clientes piensan que una moqueta requiere muchos más tratamientos de lo que en realidad necesita.
Es importante que la moqueta, dependiendo del uso, se lave una o dos veces al año, con detergentes y maquinaria apropiados para cada tipo de moqueta, que dejarán la moqueta totalmente desinfectada y libre de ácaros. Posteriormente es importante hacer un aspirado con un aspirador potente y anti-alérgico que irá peinando la moqueta y sustrayendo cualquier elemento contaminante.
Antiguamente se repartían unos polvos de bicarbonato en la superficie de la moqueta, se dejaba actuar, y se aspiraba bien. Pero con el tiempo se averiguo que dicho proceso, contaminaba más, y además dejaba manchas en según qué tipo de moqueta.
Con las nuevas tecnologías se recomienda hacer lo anteriormente descrito, y únicamente ir repasando las manchas que puedan producirse con un paño húmedo con detergente apropiado.
Nosotros aparte recomendamos una vez que la moqueta esté bien limpia y desinfectada, que en la misma estancia haya un aparato de OZONO para desinfectar también el ambiente en dicha zona y para que la moqueta no se vea infectada por suciedad ambiental.
En realidad el procedimiento de limpieza es muy similar a un pavimento duro. Como ya llevan tiempo haciendo los japoneses, poniendo una alfombra desinfectante en la entrada de los edificios de oficinas, para que las personas no entren contaminantes al suelo del edificio. No nos damos cuenta pero con el calzado de la calle, llevamos mucha suciedad a casa o al lugar de trabajo.
En el extranjero es muy común cambiarse de calzado al llegar a casa o al puesto de trabajo. Esta cultura no se ha extendido a nuestro país. Bien es cierto, que la climatología es muy diferente, y sobre todo en los países nórdicos se viene haciendo por el tipo de calzado que deben llevar por la lluvia y nieve.