
Ya que estamos hablando de cristales, la limpieza de cristales y de los marcos, y del poyete exterior, lo ideal sería limpiarlos cada 2 semanas. También dependerá, si ha llovido, si hay obras alrededor, o si están en una calle muy transitada. Teniendo en cuenta todos estos factores, la limpieza de los cristales se realizarán semanalmente o una vez al mes.
La luz del sol, dejará pasar las pequeñas marcas de lluvia, insectos y polvo, por lo que conviene mantenerlos limpios, ya que, de lo contrario cualquier mancha destacará, y sobre todo en estas nuevas edificaciones, donde las ventanas quedan totalmente a la vista.
Los escaparates de una tienda deberían limpiarse semanalmente, igual que las ventanas de una casa particular. Las ventanas de oficinas se mantendrán limpias mensualmente, por lo contrario, las puertas y ventanales de cristal de un edifico de oficinas o de un bloque de pisos, se limpiarán a diario. Todo dependerá siempre de la ubicación y utilidad de cada zona, o elemento.
Es muy importante, que, al limpiar los cristales, se utilicen productos adecuados para este tipo de limpieza. No es lo mismo aplicar detergentes que no dejen adherir la suciedad y que la haga resbalar, que uno que haga el efecto imán. No es lo mismo limpiar unos cristales cuando no les da el sol, que cuando el sol está penetrando. Cuando los cristales están calientes, es muy difícil dejarlos totalmente transparentes, siempre quedarán las marcas de la limpieza. Este es un punto a tener en cuenta, cuando limpiamos los cristales en nuestros clientes, planificando siempre los trabajos fuera de las horas de sol.
Si los cristales no se limpian con una frecuencia recomendada, su deterioro es importante. Dejar un cristal en perfecto estado de limpieza, cuando se ha estado sin limpiarlo durante aprox. 6 meses, es muy complicado. Aparte del polvo, la suciedad, cagadas de palomas, etc. dejarán huella en el cristal.
Cuando un cliente nos contrata el servicio continuado de la limpieza de sus cristales, el precio le saldrá mucho más ventajoso, que cuando lo contrata esporádicamente, y si hace cuentas, la limpieza le habrá salido mucho más barata que tener que cambiar el cristal al cabo del tiempo.